A un año y medio de los escandalosos comicios de 2015, oficialistas y opositores continúan con los cruces por la oportunidad en que debe ser llevada a cabo la reforma del sistema político de Tucumán.
En ese marco, el legislador Alberto Colombres Garmendia (PRO-Cambiemos) presentó un proyecto de ley que apunta a alistar la vigencia del voto electrónico en las elecciones provinciales de 2019.
“Han transcurrido más de 11 años desde (la puesta en vigencia de esa disposición constitucional, incorporada en la reforma de 2006), pero ni si quiera fue aplicada en la forma progresiva que se pregonaba. Se aludía a ‘exigencias técnicas y económicas’, pero aquellos obstáculos sin dudas han desaparecido. Con ello, el palmario incumplimiento se debe más a la falta de voluntad y decisión política que a aquellas razones”, planteó Colombres Garmendia
La semana pasada, el vicegobernador Osvaldo Jaldo advirtió que la reforma política comenzará a ser analizada una vez superadas las legislativas nacionales de octubre. Según el referente peronista, el contexto electoral puede afectar ese debate. De todas formas, Jaldo sostuvo que ya se ha creado una comisión especial en la Legislatura que se abocará a esa tarea.
Ayer, en un recorrido conjunto, el titular del Plan Belgrano, José Cano, y el intendente capitalino, Germán Alfaro, ambos aliados del ApB-Cambiemos, cuestionaron la postura de Jaldo.
“Hay un compromiso que supera lo que quiera o diga el vicegobernador. Los hechos escandalosos de 2015 y el ‘tucumanazo’ demuestran que el pueblo no quiere vivir un proceso electoral de esas características. Que hayan pasado dos años y que hayan hecho un circo como el ‘Tucumán Dialoga’ y hasta aquí no se haya avanzado, es preocupante”, afirmó el radical Cano. Añadió que esa tarea “no es una voluntad de lo que quiera o no Jaldo”. Según Alfaro, “la reforma política es un pedido de la gente”. “Lo importante es que se haga”, indicó el peronista disidente, quien pidió “que no haya acoples” en 2019.